Decálogo integral para reconocer un buen jardín infantil

Una invitación a los padres a ser protagonistas en el resguardo de las condiciones de bienestar y calidad que ofrecen los jardines infantiles y salas cuna es la propuesta de Fundación INTEGRA al dar a conocer 10 pasos para reconocer el buen funcionamiento de los establecimientos.

A partir de su reconocido liderazgo en educación inicial, INTEGRA reúne los conocimientos de sus especialista en estos valiosos consejos para las familias. La Fundación cuenta con procedimientos y estándares de calidad definidos, evaluaciones a su programa educativo realizadas por entidades externas y, junto a la Universidad Católica desarrolló el único instrumento estandarizado de medición del logro de aprendizajes esperados en educación preescolar, el PLAEP-R, que se aplica anualmente en sus salas.

“Hemos sido proactivos porque creemos que el foco de la educación preescolar debe estar en la evaluación de la calidad y el compromiso con un enfoque de derechos que pone al niño y la niña al centro de su quehacer”, señaló Sergio Domínguez, Director Ejecutivo de Fundación INTEGRA.

Estas son las recomendaciones:

1.- El jardín debe tener siempre las puertas abiertas a las familias. Un apoderado debe poder visitar a su hijo a cualquier hora organizándose con el equipo educativo del jardín.

2.- Verificar que el trabajo con niños tenga una intencionalidad educativa: Debe existir una planificación del trabajo educativo que se realiza cada día. Es importante que los padres conozcan esta planificación.

3.- Las evaluaciones son muy importantes. Es el único medio para conocer las necesidades educativas de los niños. Por esto, los padres deben exigir que se evalúen los aprendizajes de los niños y deben preocuparse de conocer cómo se los evalúa.

4.- El jardín debe contar con ambientes adecuados y organizados para el aprendizaje: material pedagógico, implementos, juegos y espacios estimulantes.

5.-También es un indicador el hecho de que al visitar la sala del jardín, encontremos que los niños tienen distintos materiales para elegir, esto demuestra que se respetan los intereses y necesidades de cada niño.

6.- Seguridad, confianza y afecto. Los niños aprenden explorando, y para atreverse a explorar requieren estar en un ambiente donde se sientan seguros y en confianza. Una relación calurosa entre los adultos responsables y los niños es esencial para este fin. Averigüe la forma cómo el equipo del jardín enfrenta situaciones conflictivas de adaptación, problemas emocionales y accidentes. Pregunte si permiten a la madre o personas significativas acompañar durante la primera semana al niño, para que su acercamiento sea progresivo.

7.- Confirmar que quien esté a cargo del jardín infantil, sea un profesional de la educación parvularia. Preguntar dónde estudió y qué título posee la o las profesionales a cargo del jardín.

8.- Verificar los aspectos que denoten una correcta higiene (baños, lugares de muda, cocina, etc.).

9.- Conocer el programa alimentario y chequeando que este sea nutricionalmente adecuado.

10.- Estar atentos a las señales que nos envían los hijos, por ejemplo si muestran una resistencia considerablemente recurrente a acudir al jardín, más allá de lo normalmente esperable en los periodos de adaptación (marzo, después de vacaciones de invierno, después de alguna licencia larga).

Si tienes inquietudes respecto de la resistencia de tu hijo a asistir a la sala cuna o el jardín infantil, no dudes en llamar al Fonoinfancia 800200818 de Fundación INTEGRA, donde psicólogos expertos te orientarán.

 

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